Por más atrapada que te sientas en una relación tóxica, todos los laberintos tienen una salida. Nunca es tarde para escapar del sufrimiento.
Voy a confesarte algo:
Yo era de esas mujeres que solían decir: «A mí, la primera bofetada me la pega, pero la segunda, no».
¿Te suena?
Sí, yo era de las que pensaba que la mujer o la persona maltratada era alguien de carácter débil, que lo de la sumisión le venía de fábrica.
Tardé tiempo en comprender que el primer golpe llega después de otro tipo maltrato: el psicológico, el que deja hecha una piltrafa, preparada para recibir el bofetón y ser incapaz del contraataque. Incapaz, siquiera, de salir huyendo. A veces, en algunos casos, el golpe no llega nunca. No es necesario. El maltrato psicológico, el acoso moral, destruye por sí solo. Lentamente.
¿Sufres maltrato psicológico?
«Escuchaba más que hablaba, con unos ojos entre seguros y soñadores en los que encontré aliento para expresarme sin autocensura, con unos silencios amistosos que me sonaban entonces a dedicación exclusiva y auténtica. No era exactamente guapo, pensaba entonces, ni se podía decir que fuese atractivo. Era extrañamente atractivo. Los atractivos extraños son letales. No lo sabía entonces, lo sé ahora. Te hacen creer que tienen interés, un misterio que desentrañar. Te hacen pensar que son un reto. Y si te hacen caso, te animas, te apetece jugar.»
Quien así se expresa es Carol Luján, una de las hermanas protagonistas de ALAS NEGRAS Y CHOCOLATE AMARGO. Una pérdida la arrojó a los brazos del psiquiatra Norberto Durán, un hombre con muchos recursos y gran poder para secuestrar la mente de su joven esposa.
Durante su matrimonio, Carol rozaría la locura. Porque eso es lo que puede conseguir ese tipo de maltrato: volverte loca.
Y si te vuelves loca, ¿quién va a creer en ti cuando pidas socorro? Hay que poner freno al maltrato psicológico antes de que deje huellas profundas en tu psique.
¿Cómo detectar el abuso verbal? ¿Cómo darse cuenta de que estamos sometidos a un maltrato psicológico si no hay huellas físicas? ¿Y cómo denunciarlo para que nos ayuden a escapar del maltratador?
Un comportamiento que tiene como objetivo controlar a la pareja no es visible a los ojos de quienes rodean a la víctima. En muchos casos, ni la familia ni las amistades se dan cuenta de qué ocurre. Son tan sutiles los detalles diarios, que ni la persona que padece esta violencia psicológica llega a darse cuenta. Y cuando sospecha que algo está pasando, es muy posible que su mente sufra secuelas, como las pérdidas de memoria, los lapsus constantes, la falta de concentración...
La persona que sufre maltrato psicológico pierde la confianza en sí misma, duda de sus propios pensamientos, siente culpabilidad y vergüenza.
Un comportamiento que tiene como objetivo controlar a la pareja no es visible a los ojos de quienes rodean a la víctima. En muchos casos, ni la familia ni las amistades se dan cuenta de qué ocurre. Son tan sutiles los detalles diarios, que ni la persona que padece esta violencia psicológica llega a darse cuenta. Y cuando sospecha que algo está pasando, es muy posible que su mente sufra secuelas, como las pérdidas de memoria, los lapsus constantes, la falta de concentración...
La persona que sufre maltrato psicológico pierde la confianza en sí misma, duda de sus propios pensamientos, siente culpabilidad y vergüenza.
Y tú, ¿estás con quien te ama o con una pareja que te hace sufrir?
Es doloroso descubrir que nos hemos equivocado al enamorarnos y cuesta mucho tirar por la borda el tiempo dedicado a luchar por salvar una relación que se degrada cada vez más.
¿Por qué se tolera tanto? A veces gastamos demasiadas energías en intentar que la pareja funcione, nos culpamos de todos los fallos o confiamos en que conseguiremos cambiar a nuestro amado, que seremos capaces de salvarlo y reformarlo. Así es como nos sentimos necesarias, que dependen de nosotras, y eso quiere decir que somos parte del problema y que somos nosotras quienes tenemos que cambiar el chip.
Si es tu caso, necesitas realizar un acto de reflexión y conocer los errores que sueles cometer, pero no para culpabilizarte, sino para aprender de la experiencia y no repetirlos, para detectar los primeros síntomas de una relación de abuso verbal y maltrato psicológico antes de comprometernos demasiado. Estas son algunas equivocaciones posibles:
➤ Puede que cierto sentimiento de inferioridad te haga creer que tienes que soportar los abusos de los demás, que es lo que te mereces. Las personas con baja autoestima suelen idealizar al otro.
➤ Crees que no puedes cambiar tu forma de relacionarte.
➤ Estás convencida de que con tu entrega y amor incondicional, el otro cambiará.
➤ Temes que seas incapaz de valerte por ti misma.
➤ Tienes pánico a la soledad.
➤ El temor a no confiar nunca más en nadie hace que no admitas el fraude.
➤ De manera inconsciente puedes desempeñar el papel de víctima.
➤ Piensas que sin un hombre al lado no eres una mujer completa.
➤ Te han educado para responsabilizarte de todo.
➤ El miedo a la desaprobación familiar te impide romper tu relación.
¿Te has visto reflejada en algunos de estos puntos? Soy de las que piensan que todas las personas podemos cambiar, al menos en parte, esa parte que nos ayuda a escapar de la tendencia al sufrimiento, como tendrán que hacer Carol y Fani, las hermanas protagonistas de esta novela.
*Imagen cabecera: Fotografía de Juan Pablo Arenas en Pexels
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